1. Educamos desde la pedagogía de Jesús. - Se basa en el amor misericordioso que atiende a toda persona en su entorno y realidad concreta a través de ejemplos, parábolas, metáforas y el testimonio personal para hacer accesible el conocimiento en orden a su fin trascendente (cfr. CC1984, 103; CC 2008, 103).
Cristo enseñaba con su ejemplo y doctrina. (cfr. Mt 28, 18-20; 1C, 41).
2. Respetamos la dignidad de la persona. - Porque somos creados a imagen y semejanza de Dios, atendemos a todos en igualdad de condiciones, sin distinción alguna, con paciencia, dulzura, amabilidad, sencillez y cercanía (cfr. CC1963, 178; CC1970, 121).
Háganse obedecer más por el amor que por la fuerza (cfr. CC1923, 307).
3. Atendemos desde la individualidad y diversidad. - Aseguramos el aprendizaje de todos los estudiantes, adaptando medios y procesos pedagógicos más adecuados a las condiciones, lugares y tiempos de cada uno (cfr. GE, 1; ECUTM, 24; CCGG 1923, 306).
Tengan suma paciencia con los estudiantes, no vayan adelante sin haberse
antes asegurado que todos hayan entendido (cfr. CCGG 1923, 306).
4. Integramos fe, cultura y vida. - Armonizamos creativa e inteligentemente el Evangelio con las distintas disciplinas académicas y la realidad social, para que los estudiantes asuman su compromiso con visión cristiana (cfr. EC, 37 y 38; DREEC, 51; HDC, 414, f;).
El saber considerado en la perspectiva de la fe, llega a ser sabiduría
y visión de vida (cfr. ECUTM,14).
5. Hacemos amable la piedad. - Procuramos formar en el corazón de los alumnos el Evangelio, haciéndoles agradable y creativa la oración y la vida de piedad, para llevarlos al encuentro con Dios vivo y a un fuerte compromiso con los demás (cfr. CC1923, 315; CC1940, 189; CC1963, 186).
Comunicar el Evangelio con sagaz prudencia (HDC, 414, f).
1. Educamos con vocación. - Vivimos con generosidad y entrega la vocación educadora como un verdadero ministerio apostólico, y a ejemplo de María, damos gracias a Dios por la oportunidad de servirle en este campo y proclamar su Reino (cfr. CC1984, 96; CC2008, 104).
María anima, guía y protege nuestra misión educativa (cfr. CC2008, 95).
7. Educamos con el ejemplo. - Estamos convencidos de que el testimonio de vida es la más eficaz y congruente forma de educar, por eso, procedemos de tal forma que los alumnos ven practicar las virtudes y obras de misericordia en el ser y quehacer de la vida escolar (cfr. CC1963, 176; CC2008, 98).
Educar más que con palabras, con obras y con verdad (cfr.1R, 41).
8. Somos una fraternidad educativa. - Integramos la comunidad educativa, en un clima de fraternidad, alegría, respeto, amor y fe, para establecer auténticas relaciones humanas y participación activa en el proceso educativo (cfr. PCME, 45; EEGG, 98; MU, 190).
Nunca dejen solos a los alumnos (cfr. CC1923, 310).
9. Amamos y respetamos la naturaleza. - Procuramos crear en los centros educativos, una cultura ecológica mediante la ciencia, el arte, la ética y la tecnología, que favorezca el amor, respeto, cuidado y conservación de la naturaleza, reconociéndola como obra de Dios y casa del ser humano (cfr. Gn 2, 1ss; Sal 8; EEGG 98).
Loado seas mi Señor, con todas tus creaturas(Cánt 3).
10. Educamos para la familia y la sociedad. - Formamos a nuestros educandos para que sean excelentes ciudadanos y forjadores de familias cristianas, a este fin debemos dedicar todas nuestras energías (cfr. BSDHPS, p.140).
La familia es fuente de los valores humanos y la primera
escuela de fe (cfr. DA 302).
La filosofía y espiritualidad que estos principios nos conducen a asumir en nuestra práctica docente que, “el saber considerado en la perspectiva de la fe, llega a ser sabiduría y visión de vida”.